México amenaza al transporte marítimo con extinción de dominio en barcos

El 11 de octubre de 2020 el barco "APL Esplanade" atracó en el puerto de Lázaro Cárdenas, donde la Administración General de Aduanas y la Secretaría de Marina (Semar) decomisaron 37.6 kilogramos de cocaína, procedentes del puerto de Buenaventura, Colombia. De acuerdo con el reporte, la Unidad Naval de Protección Portuaria y la Fiscalía General de la República (FGR) realizaron la inspección, encontrando en el casco del barco unas rejillas de mar con una maleta.
Desde entonces la naviera de origen francés CMA CGM, operadora del barco, comenzó con el proceso para liberar al buque y a su tripulación, que por 3 meses estuvieron retenidos en México por parte de la FGR, que apenas este 10 de enero los liberó.
Manuel Vázquez Ballina, socio de M&L Estudio Legal, despacho que llevó el proceso, comentó que la FGR ha endurecido los requisitos para liberar los barcos, al grado de no solamente solicitar documentación excesiva y garantías, sino hasta aplicar la Ley de Extinción de Dominio sobre los barcos, toda vez que la dependencia ignora hechos como que las tripulaciones y navieras no tienen que ver con que los barcos se hayan contaminado en los puertos de origen.
Añadió que la extinción de dominio es una figura jurídica de carácter civil que va de la mano del penal, de acuerdo con el Código Nacional de Procedimientos Penales, considerando a un barco como instrumento del delito para la introducción de mercancías ilícitas al país, de tal modo que existe la amenaza de que la FGR aplique dicha extinción de dominio en los barcos cargados con mercancía ilícita en puerto de origen, como fue el caso del APL Esplanade, contaminado en Colombia, pero en el que no llegó a cumplirse la extinción.
En ese sentido, Manuel Vázquez Ballina resaltó las pérdidas económicas que la FGR causa a las navieras dado el desconocimiento que tiene sobre el transporte marítimo internacional y la forma en la que se operan los barcos. En el caso del APL Esplanade es un barco fletado con pérdidas para la naviera que ascienden a 40,000 dólares diarios sólo por la renta del buque, sin contar las pérdidas causadas por otros factores como la tripulación y el proceso mismo.
Si bien en meses pasados se logró liberar del puerto de Manzanillo a un barco de Maersk tras 15 días de detención y a uno más de Hapag-Lloyd luego de 3 días, todavía están 3 barcos detenidos en el puerto de Ensenada y 2 más en Altamira, con las consecuentes pérdidas económicas a las navieras. En el caso de Altamira, el buque UBC Savannah lleva desde julio de 2020 detenido e incluso su capitán se encuentra preso.
Finalmente, lamentó que la FGR mantenga esta postura y amenace con aplicar la extinción de dominio puesto que la mercancía ilícita proviene de revisiones más laxas por parte de las autoridades de los puertos en los países de origen, aunque instó a las navieras y armadores a reforzar sus códigos de seguridad para evitar la detención de los barcos en el país.
Por ahora, el APL Esplanade, un barco portacontenedores construido en 2014 que navega bajo la bandera de Singapur, se encuentra en singladura hacia el puerto de Long Beach, donde se estima llegará el 13 de enero. Su capacidad de carga es de 13,892 TEU (contenedores de 20 pies) y su calado actual es de 10.6 metros, con 368.5 metros de eslora y 51 de manga.